Lugares para visitar en Santorini
Una de las cosas que seguro hay que tener en cuenta y planificar son los lugares que se van a visitar durante el viaje a Santorini. Hay rincones preciosos dónde perderse; escogerlos dependerá de los días de estancia en la isla y del tipo de viaje que se tenga pensado. Por supuesto, también de las preferencias de cada uno. Se pueden añadir o reducir según convenga, pero, al menos, es necesario tener una idea general de lo que se quiere hacer.
En este post se describen los lugares más impactantes por su belleza y contraste.
La caldera
La caldera
Es el nexo de unión de toda la isla y le confiere esa forma tan característica de media luna.
Se formó después de una tremenda erupción que se produjo entorno al 1600 a.c. y afectó, a unas 150 billones de toneladas de rocas, que colapsaron la parte central del volcán creando un enorme cráter de 22 km2, y 400 metros de profundidad.
Se formó después de una tremenda erupción que se produjo entorno al 1600 a.c. y afectó, a unas 150 billones de toneladas de rocas, que colapsaron la parte central del volcán creando un enorme cráter de 22 km2, y 400 metros de profundidad.
El agua, rápidamente, fue llenando el vacío que habían dejado esas rocas, lo que produjo una enorme ola gigante que se dirigió al Sur y descargó toda su violencia en las costas de Creta.
Restos del volcán cubrieron un área de 1450 km2 y se han llegado a encontrar cenizas en el fondo del océano de esta erupción a cientos de kilómetros de allí.
Como resultado de todo lo que produjo el volcán y su destrucción fue el archipiélago de pequeñas islas, conocido como lo que es hoy Santorini.
Los materiales de la erupción, principalmente, cenizas y piedras de lava crearon tramos de tierra fértil que todavía hoy perduran en la isla.
Volvió a reanudarse la vida en la isla y entorno al Siglo VIII a. c. una nueva cultura llegó con los colonos griegos. Nombraron a la isla más grande Thira (Fira) que se mantuvo su nombre incluso durante la era Bizantina.
En el siglo XIII Thira fue conquistada por los Venecianos que le cambiaron el nombre por el de Santa Irene, que posteriormente se transformó en su actual nombre, Santorini. Sus amplias fortificaciones todavía se pueden ver en el Noroeste de la isla, en Oia.
Oia
Oia es, sin duda, uno de los lugares más espectaculares y pintorescos que se pueden encontrar en Santorini.
Sus acantilados en vertical se encuentran a 11 kilómetros de la capital.
En el terremoto de 1956, Oia fue seriamente dañada, pero fue restaurada y reconstruida sin perder su atractivo y originalidad.
Sus estrictas normas de construcción aseguran que nada puede perturbar su original estética o interrumpir sus maravillosas vistas (líneas de teléfonos o torres eléctricas, por ejemplo).
Residentes, hosteleros y restauradores valoran la importancia de preservar el exquisito atractivo y tranquilidad de Oia.
Completamente libre de coches, Oia es un conglomerado de calles peatonales que discurren por el borde del acantilado, llenas de casas e iglesias ortodoxas que parecen 'sostenerse' en el aire, destacando las ruinas de la antigua fortaleza Veneciana. Entorno a ella, se pueden encontrar bares, restaurantes, cafés y tiendas con mucho encanto. Aunque hay muchos caminos serpenteantes, es casi imposible perderse.
Cuando llega el atardecer, el pueblo de Oia parece un imán para los turistas buscando la puesta de sol perfecta. Las vistas son impresionantes en cualquier momento del día; la brillante blancura de los edificios en contraste con los oscuros colores de la tierra rocosa y el azul intenso del Mar Egeo producen una hipnótica sensación, la experiencia es indescriptible.
A los pies del acantilado de Oia se encuentra el puerto de Ammoudi que se puede acceder por una escalinata pavimentada o por carretera. Sus dos tavernas sirven el pescado más fresco que viene literalmente del mar a la mesa, pues los pequeños barcos que atracan en el puerto, les proveen de lo mejor de sus cartas.
Oia es un pueblo libre de humos de vehiculos y ruido de coches, pero ello no impide que cada día lleguen autobuses llenos de turistas que inundan las calles, sobre todo cuando se acerca el atardecer. Se suelen encontrar infinidad de personas alrededor de la fortaleza veneciana y los molinos de viento esperando la maravillosa puesta de Sol.
El mejor momento para visitar Oia, si se quiere disfrutar de tranquilidad y disfrutar de su enorme belleza, es temprano por la mañana, cuando las tiendas y galerías empiezan a abrir y los cafés todavía tienen mesas vacías.
Existen varias alternativas para ver atardecer, evitando la masificación: Una sería desde el puerto de Amoudi, disfrutando de una cena a nivel del mar.
Otra sería más al sur fuera ya de Oia, en Pirgos, entorno a su Monasterio que es el punto más alto del pueblo y de la isla.
Pirgos
Pirgos es uno de los asentamientos más antiguos de Santorini, incluso hubo una época en que fue su capital.
Lo más destacado de esta visita es, aparte del propio encanto que tiene dejar la playa para experimentar las sendas de tierra adentro, es acercarse a la escalinata empedrada hacia las ruinas de la fortaleza veneciana dónde todavía varias iglesias siguen en pie.
Por este camino y en lo más alto hay encantadores vistas de los viñedos, la campiña y del Mar Egeo al fondo.
A unos 3 km del pueblo el Monasterio Profitis Ilias (posterior a 1712) se situa en el pico de la montaña que tiene una altitud de 566 metros; actualmente el monasterio es la sede de un museo con una importante colección de piezas eclesiásticas, libros, material etnográfico, iconos, esculturas así como bordados.
Akrotiri
Su horario es:
De Noviembre a Marzo:
8:00-15:00 de Martes a Domingo.
De Abril a Octubre:
8:00-20:00 Todos los días, excepto Lunes que permanece cerrado.
El precio de las entradas a las ruinas es de 12€ (existen los descuentos habituales para estudiantes o jubilados).
También ofrecen un paquete, válido para 4 días, por 14 € que incluye la visita la antigua Thera, las ruinas de la antigua Akrotiri, el Museo alrqueológico, el Museo Prehistórico de Thera y la colección de imágenes y objetos eclesiásticos de Pirgos.
En el sur de la isla, de camino a la playa Roja (Red Beach), se encuentra el pueblo de Akrotiri; sólo sería una zona de paso de no ser por el descubrimiento que se hizo al retirar los escombros y posteriores trabajos de excavación en 1870 que dejó a la luz lo que hoy llamamos la Antigua Akrotiri: una ciudad minoica al completo que fue sepultada por la erupción volcánica de 1600 a. c.
Aunque los trabajos arqueológicos comenzaron con arqueólogos franceses, las labores de mayor importancia recayeron sobre el arqueólogo griego Spiros Marinatos, que mandó excavar túneles en terreno volcánico y sacó a la luz la verdadera magnitud arqueológica.
Como ocurrió en Pompeya, el pueblo de Akrotiri fue sepultado completamente por las cenizas del volcán aunque con la diferencia de que sus gentes sí pudieron huir ante la inminente erupción.
La antigua Akrotiri está totalmente techada por lo que sus restos se pueden contemplar en días calurosos o lluviosos sin ningún problema (las ruinas estuvieron cerradas al público por labores de restauración y se abrieron nuevamente en 2012).
La antigua Akrotiri está totalmente techada por lo que sus restos se pueden contemplar en días calurosos o lluviosos sin ningún problema (las ruinas estuvieron cerradas al público por labores de restauración y se abrieron nuevamente en 2012).
Su horario es:
De Noviembre a Marzo:
8:00-15:00 de Martes a Domingo.
De Abril a Octubre:
8:00-20:00 Todos los días, excepto Lunes que permanece cerrado.
El precio de las entradas a las ruinas es de 12€ (existen los descuentos habituales para estudiantes o jubilados).
También ofrecen un paquete, válido para 4 días, por 14 € que incluye la visita la antigua Thera, las ruinas de la antigua Akrotiri, el Museo alrqueológico, el Museo Prehistórico de Thera y la colección de imágenes y objetos eclesiásticos de Pirgos.
Durante el año hay establecidos varios días que se pueden visitar las ruinas de Akrotiri gratis; son: |
|
Playa Roja (Red Beach)
En contraste con el color turquesa del mar y la tierra rojiza de las rocas se encuentra la playa Roja, una de las más singulares de toda Santorini.
Se encuentra muy cerca de las ruinas de Akrotiri y su acceso únicamente puede hacerse a pie o en barco.
A unos cuantos metros de la playa se encuentra un aparcamiento dónde dejar el vehiculo y, un poco más lejos, la parada de los autobuses que hacen la ruta a la capital; durante el verano repiten este itinerario unas 10 veces al día.
Para acceder a la playa, se debe ir bien provisto de calzado cómodo y apto para caminar sobre terreno muy caliente; también es recomendable llevar mucho líquido pues en el camino a la playa Roja no hay ninguna sombra.
Es una de las más visitadas por los turistas pues su baño, a pesar de las piedras, es muy agradable y recompensa después del sofocante paseo para llegar a la playa.
También es un punto muy frecuentado para realizar inmersiones y snorkel.
Llegar en barco tiene la ventaja de poder visitar otras playas igualmente turísticas haciendo trasbordo y sólo accesibles desde el mar, como es el caso de la playa Blanca.
Comentarios